lunes, 29 de octubre de 2012

Aceite de oliva sabor suave o intenso.

Suele ser un error muy común por parte de los consumidores englobar dentro de la misma categoría los distintos tipos de aceite de oliva. Pocos consumidores serían capaces de responder correctamente si se les preguntase por qué el aceite de oliva virgen extra es mejor que el aceite de oliva.
Si planteásemos esta hipotética pregunta la respuesta con toda seguridad sería "porque el primero es virgen extra" sin saber muy bien el significado de este término y amparándose en la etiqueta de extra como sinónimo de calidad.

Para todos aquellos que no lo sepan lo que se comercializa como "aceite de oliva" es un aceite que no procede directamente del zumo de la aceituna.  Del zumo de aceituna se obtiene directamente aceite de oliva virgen extra, aceite de oliva virgen y aceite virgen lampante, en función de su grado de acidez.
Es el virgen lampante, que no es apto para el consumo por su acidez,  el que tras un proceso de transformación (refinado y mezcla) da lugar al que se comercializa como "aceite de oliva".

La primera transformación consiste en refinar ese aceite lampante por procedimientos físicos y químicos para eliminar el exceso de acidez, malos olores y el mal color que pudiera tener. Al final de este proceso tendremos un aceite de oliva refinado que ha perdido sus cualidades organolépticas y que no tiene ni olor ni sabor alguno y que, a pesar del proceso de refinado, sigue sin ser apto para el consumo.

La segunda transformación consiste en mezclar en distintas proporciones ese aceite refinado con un aceite de oliva virgen o virgen extra. La normativa indica que esta  proporción nunca podrá ser superior a un 80-90% de aceite refinado y a un 10-20% de virgen extra o virgen.
Tras estas dos transformaciones se obtiene lo que legalmente se comercializa como "aceite de oliva".

Ultimamente hemos podido ver como algunas empresas productoras de aceite han etiquetado su producto como sabor suave o sabor intenso. Esto sucede porque la nueva normativa de etiquetado prohibe que figure el grado de acidez del aceite si no figuran también el resto de parámetros que determinan su calidad (índice de peróxidos, polifenoles, absorvancia al ultravioleta y valoración organoléptica). 


 
Los mejores consejos que podemos dar  es que siempre es mejor comprar un aceite de oliva "virgen extra" o "virgen" que un "aceite de oliva"( independientemente de si en el etiquetado pone suave o intenso), y si nos decidimos por este último nos conviene leer detenidamente la etiqueta para saber lo que estamos comprando ya que si encontramos un aceite de oliva que lleve una proporcion de 40% de virgen extra y un 60% de refinado es infinitamente mejor que otro que lleve un 10% de virgen y un 90% de refinado aunque en el etiquetado aparezca la palabra suave.
La normativa no obliga a que se indiquen esas proporciones en su etiquetado pero alguna empresas si indican esa información para que sepamos lo que estamos comprando y en definitiva el por qué del precio.

1 comentario:

  1. Muchas gracias por este extraordinario post. Me ha ilustrado enormemente sobre los diversos tipos de aceite de oliva y eso me permite ser un consumidor informado.
    Un saludo

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